En las
elecciones presidenciales argentinas de 2007 todos los candidatos tenían un
sitio web con muchos contenidos y ciertas singularidades. Con respecto a
Cristina Fernández de Kirchner incluía en su página fotografías y discursos de
campaña, así como una presentación multimedia en el apartado correspondiente a
su biografía, aunque entre los contenidos que ofrecían, se omitía su programa
de gobierno.
En 2008 se dio
el boom de la campaña de Obama y la inclusión de las nuevas tecnologías y las
redes sociales, tendencia que luego fue exportada a la Argentina. El primer
candidato que utilizó estrategias similares en las elecciones legislativas de
2009, fue Francisco De Nárvaez, quien a causa de grandes y altas inversiones,
hizo un uso extensivo de los medios de comunicación nacionales y provinciales, desplegando
un equipo de campaña especializado en la materia. No debe dejarse de mencionar,
el impacto positivo que tuvo para su campaña, el fenómeno de Gran Cuñado.
En 2011, muchos
de los candidatos comprendieron la importancia del uso de las NT y las TIC´s en
la campaña. Uno de los casos más paradigmáticos es el lanzamiento de
sumateacristina.com, donde se
contaba con “un espacio unificado para que haya contacto entre todas las
agrupaciones del kirchnerismo y para la gente que no está en ningún espacio
pero quiere participar de la campaña”, pueda hacerlo, según palabras de Sebastián
Lorenzo, director de la Escuela Nacional de Gobierno.
Es preciso que,
para que las campañas sean efectivas, que los equipos de campaña organicen un
sistema propio de creación y gestión de contenidos a partir de las cuentas de
los candidatos en Facebook, Twitter y otras redes sociales, que permitan enviar
imágenes y videos de sus actividades a los distintos canales de noticias
tradicionales, tanto de prensa como de televisión. Es necesario, por lo tanto,
integrar y participar activamente en las redes sociales, no sólo para
publicitar las actividades (como por ejemplo a través de los videos de YouTube),
sino también para comunicarse directamente con los seguidores. Un punto no
menos importante, es desarrollar una base de datos de los seguidores,
voluntarios y simpatizantes del candidato, para permitir fidelizarlos y comunicarse
con ellos. En las páginas personales (o de los partidos), deben existir links a
los principales redes sociales, así como también a los spots y videos de
campaña, transmitiendo eventos y discursos. Es innovador, además, dedicarse a
otras redes, tales como LinkedIN. Otra estrategia también es generar aplicaciones
para teléfonos móviles, como se ha hecho con el envío masivo de mensajes vía
sms.
Queda claro, como bien se expresa en la nota Un espacio de militancia K
en el universo virtual, del 4 de Septiembre de 2011 del diario Página/12 que, la
relevancia del uso de este tipo de contenidos es innegable, es necesario que
los contenidos sean bajados al territorio, para poder convencer a aquellos
indecisos.